Miradas y Visiones
Por: Héctor Iglesias
Polo
Siempre que salgo por las calles de mi pueblo, lo hago, no
tanto en busca de la vida, diligencias o simplemente caminar o visitar amigos y
parientes, como es lo habitual, costumbrista y tradicional en cualquier lar de
esta región. Lo hago siempre, para mirar
y visionar vidas y vivires; Y cada vez
que lo hago, es el resultado de una nueva situación que se presenta en el pueblo
y la región; Por ejemplo, en tiempos
pre-electorales, en tiempos de la pre y pos fiesta del pueblo, en tiempos de
cambio de política educacional, de salud, de generación de empleo, del aumento
de la gasolina, del aumento del salario, a finales o a mediados del ejercicio de un gobierno, de la
aprobación de una ley, en tiempos de espacios culturales y deportivos, de una
fuerte sequía, de una gran ola invernal,
en tiempos de cualquier situación extraña o normal que cause preocupación o
contento. Cada situación, lleva consigo una
acción, un sentimiento, una aptitud, una reacción, una pasión, una
comunicación, una concurrencia, un público determinado, un punto de
concentración, y una expresión corporal
especifica. En cada evento, producto de
la situación presente en el pueblo, se refleja la educación y la cultura de
cada público, pero cada acción y expresión corporal del público, es la
identidad de una estructura intelectual fundamentada en el saber y conocimiento
popular o académico, identidad, que nos
permite descubrir sin temor a equivocarnos, que se piensa al respecto de tal
suceso y persona (jes.) Por eso, podemos ver si hay aceptación,
conformidad, inconformidad, alegría, tristeza, aprobación, reprobación etc,
etc. De todas maneras, ese conjunto de
expresiones, presente en las personas, es el resultado, de una serie de hechos,
vivencias, conocimientos y saberes, que ponen de manifiesto un leguaje
corporal, una comunicación verbal determinada y una acción que reafirma,
consolida o niega tal situación. En
fin, podemos decir, que somos consecuencia de un cumulo de saberes y
conocimientos, extraídos de los archivos
de nuestra mente, los cuales, esta
procesa para clarificarlos en buenos y malos, según, el conocimiento normativo
social, de lo bueno o lo malo, lógicamente dependiendo del grado de cultura y
educación de cada individuo en sociedad.
Así, que, cuando estoy en la calle, puedo ver que
la vida de las personas, se conjuga fácilmente en la parábola del
sembrador. (San Lucas: Capitulo 8
Versículo 5.) Por eso, creo, que así como
esa simiente, es el producto del lugar donde cae o de la tierra donde se
siembra. De igual manera, nuestras vidas, son el resultado de las diferentes facetas de la historia de la humanidad y de
la comunicación social, en tal sentido, ante situaciones difíciles que vivimos,
es fácil detectar en las personas: Caras
lánguidas, angustia y una comunicación verbal acalorada que refleja
incertidumbre e inconformidad, todo lo cual, incide en su manera de vivir,
especialmente en la gente de escasos recursos económicos y con bajo nivel de
cultura y educación. Pero en fin,
estamos en proceso de desarrollo de una civilización que apenas comienza a
descubrir el poder de la inteligencia, la intelectualidad, y la gran capacidad
creadora; Por eso, con el tiempo y con
mayor énfasis en la educación, seremos cada día mejor, no por una evolución darwinista, sino por la
capacidad intelectual del ser humano, la cual nos llevará a ser casi perfectos
por así decirlo. Tendremos un mejor
estado de salud, más años de vida, un mejor físico, una juventud que
sobrepasará los 70 – 80 – 90 o más años,
en fin, seremos el regente universal con mayor poder y capacidad. Pero para alcanzar esto, es necesario un
excelente estado de conciencia de lo que somos, (Génesis: Capitulo 1 versículo 26) En la medida que seamos capaces de comprender
cuán grande es nuestro ser, sujeto de inteligencia, intelectualidad y gran
capacidad creadora, entonces, podemos de verdad, cambiar el curso de nuestras
vidas y vivires, seremos, nuevos seres civilizados, en continuo desarrollo y
creación permanente. En ese orden de
ideas, le pondremos fin al sufrimiento, el resultado de nuestras vidas, no dependerá
de una acción política, o de un evento planeado o fortuito o de la pobreza o
riqueza. Este proceso, de compresión del
poder de la inteligencia, la intelectualidad y la capacidad creadora, cambiará
todo en este mundo, y nos hará ajenos a los partidos políticos, a los
movimientos revolucionarios, a la concepción del estado, a la riqueza a la
pobreza etc, etc, y entonces, primará en
nuestro orden social, desarrollar, por todos los medios nuestra inteligencia,
intelectualidad y gran capacidad creadora.
Por eso, creo, que es hora, de hacer un pare en el camino y tomar un
nuevo aire, que nos de firmeza, en esta nueva acción que protagonizaremos en la
búsqueda de nuestra verdadera identidad.
(Seres inteligentes con intelectualidad y con gran capacidad creadora) Priorizando
en este concepto, seremos los guías del universo, seremos quienes planearemos
todo, seremos, entonces, guardando distancia y respeto, semejante a Dios padre
todo poderoso, creador del universo. En
consecuencia, seguir dormidos y a merced
de la mano de un tercero, es un pecado imperdonable, porque estamos hechos para
ser intelectuales y creadores. Todos debemos despertar ese espíritu, y no dejar
esto solamente en manos de los científicos, que gracias al poder de la
inteligencia, la intelectualidad y la gran capacidad creadora de su ser, son buscadores del bien de la humanidad,
quienes son humanos. Sobres todos nosotros, impera el poder de la inteligencia, la intelectualidad y la capacidad
creadora, busquemosla. Llego el momento, de comenzar este gran salto. Y debe comenzar, con las políticas del estado y de
gobierno, en el sector educativo, comenzando desde
el grado 0, hasta culminar una profesión o carrera universitaria. Unámonos todos sin distinciones social y luchemos por el bienestar nuestro y a la ves por la del planeta.